lunes, 5 de diciembre de 2011

Lunes, madrugada.

Decidí apartarme de toda esa historia, he pensado que simplemente ha sido una atracción confusa, como si fuese un error en un ordenador, o algo por el estilo.
Además tampoco creo que de ahí pueda salir nada fructífero, pensemos que simplemente ha sido una crisis de identidad sexual, de la cual me he llevado una buena amiga.

Mientras tanto, la vida sigue, y de nuevo, veo que todos avanzan en su camino, excepto yo. Conforme pasan las semanas me doy cuenta de lo prescindible que soy en la vida de todos los que me rodean... esa sensación que tenía hace no demasiado tiempo de exclusividad, y de saber que hay gente a la que le agradaba por una razón u otra era uno de mis mayores sustentos...y ha desaparecido.
Ahora simplemente me he convertido, como por desgracia mucha gente, en presa del miedo a sentirse solo, al rechazo, y sobre todo, al olvido. Me dejo llevar por todo ese bullicio de seres con ese mismo miedo, intentando reunir con otra persona que comparta su misma desesperación lo que son los trozos prematuramente desgastados y rotos de sus experiencias, o peor, gente que se aprovecha de esos temores con fines lascivos y a mi parecer de una ética poco razonable y a veces injusta. Comportamientos que sólo les hacen mostrar sin que ellos quieran su vulnerabilidad ante esta sociedad, y esas vidas vacías que solo pueden llenar siendo autores de tales fines.

Ahora no puedo evitar pensar que simplemente me buscan por contener en su interior las mismas inseguridades que yo, pero me niego a convertirme en uno de esos, ni a comenzar con algo que no tiene sentido para mí.
Mi orgullo me lo impide, pero ese mismo orgullo es el que me ha encerrado en esta habitación sin salida, que conforme los días pasan se va haciendo más pequeña y oscura, hasta que llegue algo que pueda cambiarlo, o morir asfixiado.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Jueves, tarde.

No recordaba esta sensación hasta años atrás, es especial, aunque sigo sin entender por qué. Jamás la he visto sonreír, a veces parece que viva en un constante drama interior y no mostrase interés por nada en especial.
Puede que su comportamiento sea el motivo por el que me ha despertado tanto interés. Todo a su lado se torna gris y oscuro, y es más extraño aún que me sienta cómodo estando con ella en esa penumbra.

Su voz, sus gestos, como si estuviese constantemente insinuándose, me fascina haberla conocido, y la curiosidad por saber algo sobre ella, por poder entender del todo su forma de ver, y por entender qué quiere de mí, qué le interesa de mí, por qué me busca. Necesito conocerla, no se por qué ha aparecido.

Los tres encuentros que tuvimos no han sido suficiente, ha llegado y ha conseguido desordenar todo lo que yo consideraba mis principios, y por algún motivo tengo miedo a hablar con ella, aunque estoy seguro de que seguiremos viéndonos...

sábado, 29 de octubre de 2011

Sábado, noche.

¿Todo bien? Esta normalidad me pone aún más nervioso.
Además todos son sutiles "casi"

miércoles, 19 de octubre de 2011

Miércoles, mañana.

Tal y como están las cosas, ahora mismo no te llamaría.
Digamos que no te lo has ganado todo este tiempo. Es algo normal, comprendo que no soy el único, pero podrías tener un poco más de consideración por tu parte. Le has convertido en tu mundo, aún sabiendo (porque los dos tenemos muy claro que no eres tonto) que eso no va a ninguna parte. Eres consciente de que tenéis dos puntos de vista muy distintos en algunas maneras de ver el futuro. A veces he llegado a pensar que sigues con ella sólo por miedo a quedarte solo, porque estás totalmente seguro de que ya nada va a ser como antes. Pero eso te lo has buscado tú.
Si todo esto sigue a este ritmo, dudo muchísimo que de aquí a unos meses puedas seguir contando conmigo.


martes, 4 de octubre de 2011

Martes, madrugada.

En otra de mis largas jornadas insomnes escuchando a Giovanni Allevi y a Ludovico Einaudi me puse a ver fotos desde estos años atrás hasta ahora.

Me he dado cuenta de que los sucesos de este año y el anterior han sido prácticamente idénticos. Inviernos divertidos, llenos de salidas nocturnas, borracheras y nuevas caras que para una animada primavera se convertían en personas cercanas, nuevos amigos, o simplemente caían en el olvido.
Después le sigue el verano, que por suerte o desgracia va acompañado de alguna tortuosa relación sentimental de la cual desde un principio soy consciente de que nunca llegará a nada.
Llega el otoño, que es la etapa de letargo mental, lo cual hace que no tenga demasiadas novedades destacables. Es normal, comienza la rutina.
Y bueno, después vuelve el invierno, y el bucle comienza de nuevo, con la única diferencia de que soy más viejo y tengo menos escusas para disculparme ante ciertos comportamientos.

En fin, ahora suena Yann Tiersen, y por algún motivo he dejado de pensar en lo que estaba escribiendo. Ahora pienso en por qué nos lavamos las manos después de ir al baño.

....

viernes, 30 de septiembre de 2011

Viernes, mañana.

De nuevo vuelvo a aburrirme. Cada vez me aburro antes... me aburre lo monótona que es mi vida los fines de semana.

No tengo mucho que escribir, es tan sólo un dato a resaltar de mi aburrida, aburrida semana.
Las clases ya han empezado con normalidad, y no tengo tiempo para nada.

Tengo ganas de salir de aquí, todo tiene tanto sentido e importancia para los demás que me exaspera.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Miércoles, madrugada.

Las clases comenzaron. Ya conozco a varios de mis compañeros. Gente normal, con ese humor que caracteriza a todos los andaluces... no es algo que me desagrade, son graciosos, simpáticos, extrovertidos... pero es eso lo que me hace pensar una y otra vez que yo no pertenezco del todo aquí.

O puede que ya me haya acostumbrado tanto a mis amigo que sólo puedo ser del todo extrovertido con ellos.
Digamos que a alguien como yo le gusta más mantener una conversación con un grupo reducido de personas.
pero bueno, tampoco pretendo basar mi año en eso. Hay muchas cosas de las que me tengo que ocupar, y demasiadas responsabilidades para lo poco que llevo.

El primer día pude ver a todo el mundo sonriendo, menos a un chico que estaba detrás mía. Hablaba con la gente totalmente serio. Tiene el pelo crespo, no está... digamos que no está en plena forma, y bueno, tiene unas orejas raras. Además es bastante reservado. 
Me quedé un buen rato mirándole, intentando saber algo más de él por sus gestos, su comportamiento.
En el descanso vi que hablaba con uno de mis compañeros  con los que mejor me llevo, así que me acerqué a ver qué mas podía descubrir de él.
Fue una gran decepción, el chico acabó sonriendo y hablando de porros.

No hay nada más que pueda destacar de lo que llevo viendo.
Chicas majas, profesores que se hacen los enrollados, la típica fauna de principios de curso.

Estoy deseando que dejen todos de mostrar su cara social. O dejar yo de ser un cretino.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Lunes, madrugada.

Está llegando. El momento que millones de jóvenes desean o temen que llegue.
Sea lo que sea, es algo que no deja indiferente a nadie... ya es una realidad, en unos días comenzarán las clases para todos. 

Todo el mundo suele ir al primer día de clase cargado de cientos de espectativas para este nuevo año escolar. Nuevos retos, nueva gente... lo único que no es nuevo es esa misma sensación. 
He de decir que yo no soy menos, el curso anterior puede que distase algo de todo este tema. Iba a cumplir lo que debía hacer, no necesitaba nada más, y lo conseguí.

Me alegra poder saber que este año no tendrá que ser igual. Me invaden las preocupaciones y los nervios por saber qué me espera, pero no es algo a lo que le esté dando mucha importancia, porque se que esto no va a ser permanente.

No tengo claro hasta cuanto me va a durar todo esto, pero espero que no sea sustituido por otro tipo de sensaciones que a la larga no me ofrezca nada mínimamente fructífero.

martes, 6 de septiembre de 2011

Martes, madrugada.

Y es que, no se puede querer conseguir todo... ese pensamiento avaricioso y egoísta es el que nos hace perder en ocasiones la razón. Siento mucho ser yo quien tenga que decirte esto. Sobre todo por lo desagradable de la sorpresa de que sea yo, justo yo, la persona que tenga que hacértelo saber.

Todo lo que has conseguido ha sido fruto de tu enorme lista de mentiras, estratégicamente creadas para salir siempre airoso de todos los problemas, y de alguna forma tener más fuerza a la hora de hablar de ciertos temas. No lo has hecho para reírte de nadie, estoy seguro de que no eres mala persona... pero debes admitir que tienes un problema. Si no, acabarás con esto. Con todo lo que has creado, y todo lo que has conseguido. Y estoy cien por cien seguro que lo último que deseas es esto.

Yo sólo te pido disculpas, es lo único que puedo hacer ahora, además de hacerte desaparecer. No me siento cómodo con todo esto, y en estas situaciones sólo puedo actuar de forma práctica. Aún no hemos llegado al apogeo, pero descuida...

martes, 23 de agosto de 2011

Martes, madrugada.

Escribo mientras escucho los pequeños ronquidos de Jairo. Sí, ya está aquí, y ha sido un gran día.
Le echaba tanto de menos... ya se me había olvidado cómo hablaba en persona, me había acostumbrado a su voz por micrófono y por teléfono.

Nuestro reencuentro ha sido extraño, desde la última vez que nos vimos las cosas cambiaron bastante, aunque no hemos hablado del tema, es más, creo que prefiere no hablar de ello, dado que al cabo de dos o tres horas todo volvió a la normalidad.

Este tipo de amistad, o lo que quiera que sea esto me gusta, realmente Jairo para mí es la persona perfecta, no me imagino sin su compañía.

Nos hemos llevado todo el día hablando de trivialidades y tonterías, como si tuviésemos todo el tiempo del mundo y jamás se fuese a volver a Alemania. Las cosas con su chico ahí no han ido bien por lo visto, y poco después pude descubrir el por qué de su ruptura.
Es comprensible, por muy tímido que sea Jairo, es una persona con cierto tipo de necesidades, al igual que yo. Y ese tipo de ausencias, suelen causarnos grandes daños. Me asusta pensar que somos tan parecidos, es algo que me inquieta y me divierte a su vez, me gusta ese sentimiento de total compenetración con una persona. ¡Y qué mejor persona para compartir eso que Jairo!

Hemos cenado en el tejado, recordando viejos tiempos mientras fumábamos tabaco y bebíamos Jägermeister, una botella de algo que sabe horrible, pero que me bebí por pura diversión, y porque me apetecía beber con Jairo. Cuando solemos beber suelen salir varias cosas muy sinceras entre nosotros, pero esta noche hemos estado como... no se, como esperando a ver quién daba el primer paso para poder soltarlo todo de una vez. Nadie lo dio, es obvio, es igual que yo, somos retorcidos y calculadores, los dos esperamos lo mismo, y los dos sabemos que lo sabemos.
Supongo que daré yo el primer paso, prefiero hablar de esto cuanto antes para enmendar todo lo que pueda pasar después de esta conversación antes de que se vuelva.

Me voy a dormir, hoy ha sido un día agotador.

domingo, 21 de agosto de 2011

Domingo, tarde.

Mi letargo mental ha acabado.

Jairo vendrá en un día, estoy impaciente, las nuevas circunstancias son inmejorables, no puedo quejarme. Realmente, nunca puedo quejarme, no debo quejarme, ni lo hago, no me quejo.
Mañana las cosas volverán a ser como antes, al menos por unos días, todo volverá a cobrar el color que tenía antes.

Supongo que le debo muchas explicaciones, aunque viendo cómo es el tema, en mi opinión este tipo de relaciones no merecen explicación alguna. Es todo demasiado complejo como para poder excusarme con palabras... no sabría qué decir.
De todas formas es algo que no me preocupa del todo, ha sabido minuto a minuto todo lo ocurrido, me conoce, y sabe perfectamente el por qué de mi comportamiento.

Me sorprende cómo algunas cosas pueden llegar a ser tan complicadas que acaban saturándose a sí mismas y se transforman en algo perfectamente comprensible y con solución inmediata...

...

Pensé que ella volvió, pero sólo fue una pequeña crisis. Me alegro, estoy orgulloso de mí mismo, ya no es mi amiga.


viernes, 19 de agosto de 2011

Viernes, madrugada.

Lo sabía, no me ha sorprendido. Me consuela saber que soy mejor, y creo que en casi todos los aspectos.

En fin, todo mucho mejor, está todo tan claro que me divierte que piensen que no me entero de nada. El caso es que me caen bien, y de esta manera me siento muy superior.
Soy feliz, tengo Marlboro, una cerveza, música, y esto, que es mi desahogo más rápido y eficaz.

¿Y se reía de él? Me gustaría saber qué pasaría si toda la verdad saliese, pero es demasiado complicado hacerla surgir por obra propia. A no ser que yo también tenga que ser del todo sincero, y andarme sin remordimientos a la hora de hablar este tema con él. El otro día lo hice, eso sí, estaba bajo los efectos del alcohol.

...

Me doy algo de miedo, sigo con todo esto. Esta vez no cuento nada, este tema está demasiado explotado ya como para seguir haciendo comentarios al respecto, además me horrorizaría ser la persona depresiva de la antología de Foster Wallace, así que prefiero callármelo. O en su defecto, escribirlo aquí. Total, si alguien lo lee me resbala bastante. De todas formas, estoy casi al final de todo. En unos días, semanas como mucho, habrá acabado todo, y me reiré.

En breves iré a Málaga, y después a Madrid. Me centraré en las cosas buenas, como ya he dicho muchas veces. ¡¡Las circunstancias actuales me lo permiten!!


lunes, 15 de agosto de 2011

Lunes, tarde.

Está bien, creo que paso por estados muy distintos y en muy poco tiempo. Es curioso, en realidad me parece divertido, me entretiene eso de no controlarme del todo. Es decir, simplemente me dejo llevar. Si no tengo ganas, no tengo ganas.

¿Hay algún tipo de regla no escrita que obligue a dos personas a recuperar una relación que ha sufrido graves daños en un plazo de menos de dos semanas?
En fin, no estoy preparado para resetearme, estoy gozando de mi despecho, mi indecisión, y mis celos. Es más, retozo en ellos, ¡a saber cuándo voy a volver a sentir todas estas sensaciones!
¿Y si nunca más las siento? podría volverme un ser frío y frígido sentimentalmente hablando, algo así como una especie de Effy Stonem. Pero espero no volverme loco hasta al menos haber cumplido los sesenta años, si es que llego vivo a ellos.

Bueno, pues... en resumen, ya se me pasará, no me considero rencoroso, sólo me gusta disfrutar de mis problemas y penas, si no aprendes a apreciar lo que más puede llegar a abundar en tu futuro, (poniéndonos pesimistas...) podrías acabar suicidándote, o algo así.

Qué mal...


martes, 9 de agosto de 2011

Lunes, madrugada.

Puede que lo que necesite es que le hagan sufrir, aún no ha experimentado eso.
Ayer lo comenté. Piensa que puede tenerlo todo, que no perderá nada importante.

No le deseo eso, pero como correctivo no estaría mal.
De todas formas, esto es algo que ella no se ha buscado, fue todo una mala interpretación de los actos por parte de Tim.

(Actos que podrían haber sido explicados en su momento.)

sábado, 23 de julio de 2011

Sábado, madrugada.

He bebido, sí.

Todo va bien, puede que sea ese el motivo por el que no actualizo, de todas formas, si todo va, bueno, "bien", me parece de mal gusto quejarme, aunque este sea mi blog y escriba lo que me da la gana.

Pero eso, me parece de mal gusto.

Hoy sólo estoy enfadado conmigo, y Ana tiene razón.

Buenas noches.

viernes, 8 de julio de 2011

Viernes, madrugada.

Tenía pensado escribir el martes, pero no quería escribir tres "Martes, madrugada"

Es raro, está todo bien. Todos los veranos me pasa igual, siempre empiezo con buen pie.
Después se acaba echando a perder de alguna u otra forma, pero para eso ya está el otoño, para olvidar y empezar un duro invierno lleno de altas espectativas de las cuales no se cumplen ni la mitad... pero bueno, de ilusiones se vive, y de los errores se aprende.
Espero no tener que aprender nada de esto, a decir verdad tengo ganas de que esto continúe así. Justo así, quiero que siga así, no estoy seguro de si quiero que avance. Esto de las relaciones nunca ha sido lo mío, por eso prefiero apostar por lo seguro y dejar que todo continúe bien.

Y bueno, mientras pasa el verano sigo aquí, en este horno llamado Sevilla. Espero que pronto me lleguen las vacaciones a mí. Creo que es eso lo que me fastidia del verano, no tener a mi grupo de amigos al completo aquí. Bueno, eso y este calor que no para de hacerme sudar. Me gusta ducharme, pero hasta yo, que soy un maniático de la higiene personal considero que cuatro duchas al día es un gasto de tiempo y dinero enorme. Pero es eso o vivir bajo una costra de sudor asquerosa y cuanto menos sexy...

Entre mis planes de este verano está ir a Jaén, a ver a mis amigos de ahí. Si se tercia, ir a Málaga a ver a mi hermana, y a mi querida Barcelona con mis amigos.
Echo de menos a mi nana, va a ser el primer verano que esté sin ella, pero la vida sigue, y he de acostumbrarme a estas cosas. Soy el hijo más joven de mi familia, debo acostumbrarme a que mis familiares se vayan antes de lo que me gustaría, me ha tocado así, y no me queda más remedio que resignarme y aceptarlo como me viene.

Tengo curiosidad por saber cómo acabará este verano, cada año acaba de una manera distinta... es lo bueno -o malo- de mi, que nunca se pueden hacer suposiciones sobre mi situación más allá de dos semanas en adelante.

Lo dicho, todo va bien, pienso mucho, demasiado, pero bueno, soy yo, qué se le va a hacer.

martes, 28 de junio de 2011

Martes, madrugada.

En ciertas situaciones me sorprende como se puede llegar de un extremo a otro en cuestión de minutos, segundos...
Puede que una simple converación, una pequeña y sutil acción, o cualquier otra cosa que en un primer momento no pienses que pueda tener mucha importancia, acabe haciendo que cambies ciertas ideas que piensas que tienes claras.

¿Hasta qué punto una persona puede dejarse llevar por las palabras de el ser que ocupa la mayor parte de sus pensamientos? Y creo, que en todos los casos, una vez se cambia de idea, esperas no haberte equivocado al elegir. Una pena que la mayor parte de ese grupo de personas que se deja influir de esa manera no acabe su historia como ellos ansían.

La culpa, es de la parte débil.

martes, 21 de junio de 2011

Martes, madrugada.

Llevaba tiempo sin ver a Chaplin en la televisión. A mi nana le habría encantado, ella siempre ha encontrado a Charles muy atractivo... yo solía decirle que era porque tenían la misma edad, y ella se hacía la ofendida...

Espero no terminar nunca como ella terminará, faltan muy pocos días para que todo llegue a su fin. Espero poder llegar a tiempo, de lo contrario no podría perdonármelo jamás.
Se perfectamente que no es culpa mía, yo no estoy aquí porque yo quiero. Pero me siento culpable, o algo por el estilo.

Puede que sea por los últimos hallazgos sucedidos. Tampoco es que eso me ayude del todo.
Pero ese tema ya está solucionado. Pienso centrarme sólo en cosas en las que no malgaste mi tiempo. Me niego a ocupar el lado que sale perdiendo. Valgo mucho más que eso, y él me lo está demostrando con cada gesto que hace.

Volviendo a nana, espero llegar, sólo espero eso, ya que lo demás está perdido.

miércoles, 15 de junio de 2011

Miércoles, madrugada.

No me gusta que me discutan. Creo que es algo que no le ha quedado claro.
Esos aires de superioridad me enervan, eso no le corresponde. Él no tiene que hacerlo, ni yo lo hago. Hay una estrecha línea entre ser, de forma inofensiva, un tanto calculador, y otra comportarse como un perfecto capullo y alardear de ello esperando sumisión por la otra parte.
Me pone nervioso esta situación, y seguramente no aguante mucho tiempo. No es ese comportamiento lo que me atrae de él, es eso lo que empieza a repelerme.

Esto de esta manera no va a ninguna parte, y pienso finalizar todo esto tan absurdo e insano que empieza a sacarme de mis casillas. Tengo cosas mejores en las que ocupar mis pensamientos, y esto es demasiado complicado para el poco peso que tiene el asunto.

lunes, 13 de junio de 2011

Lunes, madrugada.

"Yeah, that's not the song"
Me encanta Phoebe Buffay y su Smelly Cat.

Estoy a oscuras, mi habitación es un desastre.
El suelo está cubierto completamente por ropa. Por algún motivo hay un bote de comida para tortugas enorme justo encima de la impresora, junto a tres botellas de agua. He puesto el teclado del ordenador en el suelo, donde yo estoy. Mi mesa tiene overbooking. No veo la barra inicio, está todo lleno de envoltorios y me limita mucho mi campo visual.
Hay polvo en la estantería de los libros, pero no hay libros. Los libros están en la cama, que no tiene sábanas. Me propuse hacerla antes, pero me quedé dormido.
La silla está manchada de azúcar glass. Comí unas ensaimadas riquísimas.
La mesita de noche está cubierta de cojines, y Amelio está encima.
No encuentro mi váscula, debe estar enterrada en mi alfombra de ropa.
Estoy en pijama.

Me río, todo esto me empieza a divertir.

sábado, 11 de junio de 2011

Sábado, madrugada.

La promiscuidad insana, aquella que se basa en conseguir a la presa no necesariamente con fines sexuales. Puede que los seres portadores de esa variante sean las verdaderas víctimas, en cualquier caso las dos personas suelen salir perjudicadas.
El promiscuo insano con ese comportamiento sufre un deterioro de su imagen, de forma que el resto de personas le ven como eso, un promiscuo. En estos tiempos de libertad sexual la promiscuidad no está del todo mal vista. Lo justo, al menos la promiscuidad con fin sexual.
El damnificado, la presa, o como pueda llamarse al ser "B" sufre el desconsuelo del amor perdido. O eso puede asegurar. Yo no acabo de ver del todo esa teoría, tengo una imagen de todo eso algo personal.

Puede que el promiscuo insano crea que hay sentimientos en esa relación, puede que sólo sea una persona confundida, que nunca acaba de ordenar sus pensamientos, sus sentimientos, sus ideas, y que sólo intente buscar la experiencia de la que mucha gente habla y de la que vive rodeado.
O simplemente sea un alma morbosa que busca sentir el afecto de una persona en especial por un período de tiempo, y después desecharla, y buscar un nuevo afecto.

...

En resumen...

odio a la gente.

martes, 7 de junio de 2011

Martes, madrugada.

Después de todo, todos tenemos nuestro talón de Aquiles.
Me gustaría saber en qué va a acabar todo esto. Creo que sólo soy algo posesivo. Pero bueno, qué se le va a hacer, es algo que no puedo controlar, pero sí disimular, y se me da bien disimular. No he hecho otra cosa en dieciocho años.
Además me gusta esa sensación, la de sentirme deseado. Pero no es lo mismo del todo, él no está totalmente detrás mía, y eso me resulta más tentador. No va mostrándome cariño ni cosas por el estilo, pero a la vez deja entrever que sí le intereso. Bueno, entrever es una palabra que se queda algo corta...

Siempre he sido fiel defensor de la teoría de no revivir fantasmas del pasado, pero ahora he de decir que no está tan mal. No suele atraerme la misma persona dos veces, pero esque él no es la misma persona que yo conocí, cosa de la cual me alegro profundamente.

Además estas memeces -porque son memeces- me están dando algo más de vidilla. Llevo aburrido semanas y semanas, no estoy dispuesto a aguantar a nadie, ni siquiera a mí mismo. Pero esto no es mala idea, por ahora. Veremos dentro de un mes, que es cuando empezaré a tomar las decisiones. Mientras tanto, no puedo quejarme. Bueno, sí puedo, pero me gustan mis quejas.

Me he dado cuenta de que necesito que algo no me vaya bien, para que todo me vaya bien.

jueves, 2 de junio de 2011

Jueves, mañana.

Ser la tercera persona en discordia es una situación poco cómoda.
Si existe una especie de relación no formalizada, en la que uno de los dos integrantes tiene dudas, ¿qué debe hacer la persona con dudas?

Lo sensato sería compartir sus preocupaciones con la otra persona. Esa es la teoría, pero llevado a la práctica suele costar algo más. Puede llevar a la ruptura, pero no a una ruptura por agotamiento de la relación, está cambiando a una persona por otra, como niños que se cansan de sus juguetes.

Y el tercero, ¿qué piensa de eso? ¿qué comportamiento debe adoptar la persona por la cual puede haberse ocasionado ese daño? Es una postura un poco incómoda, me imagino.
Al menos para las personas con conciencia, románticas y todas esas bonitas facultades de las que escribe Danielle Steel en sus novelas...

Es más fácil ser el tercero cuando no tienes de eso. Si no ha causado daño en tí mismo, ¿por qué pensar en el de los demás? Es decir, seguramente esas cosas pasen tarde o temprano, si ha pasado ahora con ese tercero específicamente, podría haber pasado después con otro si no se hubiese terciado la oportunidad con el anterior.

No todo va tan bien como se quiere pensar, además si uno de los dos tiene esos problemas para mantener una relación.

En resumen, los tres papeles son jodidos, pero yo, personalmente, prefiero no ser el cornudo y ser algo más cabrón.

martes, 31 de mayo de 2011

Martes, atardecer.

Me deja atónito la capacidad de manipulación que puede llegar a tener una persona sobre otra sólo porque haya cierta atracción física. ¿En qué piensa el manipulado cuando se deja manejar por el manipulador? ¿Y el manipulador?

Si el manipulador quisiese, podría hacer que el manipulado dejase lo que está haciendo, construyendo, en ese momento, sólo por él, y tampoco haría falta que fuese por una razón de peso. Lo cierto es que esa persona acudiría al manipulador, pensando que está interesado por él.
No digo que no pueda ser así, pero la mayoría de las veces suele ser un capricho. Y esque el manipulado, tiene necesidad de ser escuchado y compartir.

La persona manipuladora en cuestión, es la más insegura. No sabe a ciencia cierta lo que busca, y por eso decide ir a por alguien más débil.

De esas relaciones pueden salir varias cosas. Todas con matices muy distintos.
Pero, ¿y si el manipulador pasa a ser manipulado?
Entonces comienza el infierno.

jueves, 26 de mayo de 2011

Jueves, madrugada.

Suena Nude - Radiohead.
Llevo tres días acostandome a las seis de la mañana. Pensé que había superado mi miedo a los fantasmas, pero lo cierto es que escucho ruidos por todas partes. Debo estar volviéndome loco.
No le doy importancia, llevo unos días con una especie de instinto persecutorio, por llamarlo de algún modo.

Tengo la sensación de que ya no encajo como antes entre los míos, hay ocasiones, en las que estoy en un grupo y pienso que si en ese momento desapareciese nadiese daría cuenta de mi ausencia. Debo estar algo trastornado. Pero tengo la sensación de que muy pocas cosas me unen a todo esto.

Supongo que son cosas mías, estos días no considero que esté triste ni nada por el estilo, pero me siento algo inseguro. Puede que de ahí el resurgir de mi miedo a los fantasmas. Soy de esas personas que creen que todo tiene una explicación lógica. Creo que las cosas pasan por algo con sentido. Y claro, esto de los ruidos nocturnos me saca de mis casillas, ya que es algo a lo que no consigo darle sentido.

¿Es la inseguridad un estado de ánimo, un estado permanente, o un estado en intermitencia?

lunes, 23 de mayo de 2011

Lunes, madrugada.

Después de una fructífera noche tocando la guitarra bajo el aroma de unos Marlboro he llegado a la conclusión de que necesitaba esto.
A las 4 de la mañana decidí pasarme por Twitter, pude cotillear los tweets de dos de mis contactos. Hablaban de amor. Uh, amor. Amor.
Está bien, empiezo a pensar que todo este tema está sobrevalorado. No se necesita a alguien para ser feliz, ¿no?

Últimamente he ocupado mi tiempo en observar a la gente, no entiendo qué le pasa al mundo, es todo como una especie de competición por ver quién es la persona más ilustre, más filosófica y profunda, ocurrente, original, del lugar. ¿Por qué esa sed de reconocimiento? Puede que sin quererlo yo me haya convertido en lo mismo, pero ni siquiera pueda darme cuenta de eso. Puede que yo también sea como todo el mundo, con esas ganas de ser elogiado por algún público, pero mi mente narcisista no me deja verlo con claridad. De ahí la explicación por este blog. Puede ser, podría ser como todos, quizá ellos también critiquen mis actos...

O no, véase el desesperado sentimiento de soledad que embarga a mucha gente cercana a mí, por el simple hecho de no tener a nadie a su lado, por no tener a esa "persona especial". Creo que no tengo eso, parece que viene de serie, la verdad es que con el tiempo he aprendido a apreciar mi situación, a aceptar mis pensamientos, y no se está mal. Puede que dentro de un tiempo diga todo lo contrario, a lo mejor algún día me levanto de la cama pensando que quiero a alguien que me abrace no de la forma en la que lo hacen mis amigos. Pero por ahora, no es así. Ni creo que lo sea en un buen espacio de tiempo.

Porque, no quiero estar con alguien que tenga la misma sed de reconocimiento que tienen las personas que veo. Me caen mal la gente tan humana.