martes, 7 de junio de 2011

Martes, madrugada.

Después de todo, todos tenemos nuestro talón de Aquiles.
Me gustaría saber en qué va a acabar todo esto. Creo que sólo soy algo posesivo. Pero bueno, qué se le va a hacer, es algo que no puedo controlar, pero sí disimular, y se me da bien disimular. No he hecho otra cosa en dieciocho años.
Además me gusta esa sensación, la de sentirme deseado. Pero no es lo mismo del todo, él no está totalmente detrás mía, y eso me resulta más tentador. No va mostrándome cariño ni cosas por el estilo, pero a la vez deja entrever que sí le intereso. Bueno, entrever es una palabra que se queda algo corta...

Siempre he sido fiel defensor de la teoría de no revivir fantasmas del pasado, pero ahora he de decir que no está tan mal. No suele atraerme la misma persona dos veces, pero esque él no es la misma persona que yo conocí, cosa de la cual me alegro profundamente.

Además estas memeces -porque son memeces- me están dando algo más de vidilla. Llevo aburrido semanas y semanas, no estoy dispuesto a aguantar a nadie, ni siquiera a mí mismo. Pero esto no es mala idea, por ahora. Veremos dentro de un mes, que es cuando empezaré a tomar las decisiones. Mientras tanto, no puedo quejarme. Bueno, sí puedo, pero me gustan mis quejas.

Me he dado cuenta de que necesito que algo no me vaya bien, para que todo me vaya bien.

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