lunes, 15 de agosto de 2011

Lunes, tarde.

Está bien, creo que paso por estados muy distintos y en muy poco tiempo. Es curioso, en realidad me parece divertido, me entretiene eso de no controlarme del todo. Es decir, simplemente me dejo llevar. Si no tengo ganas, no tengo ganas.

¿Hay algún tipo de regla no escrita que obligue a dos personas a recuperar una relación que ha sufrido graves daños en un plazo de menos de dos semanas?
En fin, no estoy preparado para resetearme, estoy gozando de mi despecho, mi indecisión, y mis celos. Es más, retozo en ellos, ¡a saber cuándo voy a volver a sentir todas estas sensaciones!
¿Y si nunca más las siento? podría volverme un ser frío y frígido sentimentalmente hablando, algo así como una especie de Effy Stonem. Pero espero no volverme loco hasta al menos haber cumplido los sesenta años, si es que llego vivo a ellos.

Bueno, pues... en resumen, ya se me pasará, no me considero rencoroso, sólo me gusta disfrutar de mis problemas y penas, si no aprendes a apreciar lo que más puede llegar a abundar en tu futuro, (poniéndonos pesimistas...) podrías acabar suicidándote, o algo así.

Qué mal...


2 comentarios:

  1. Es bueno encontrar cosas buenas hasta en los problemas, yo creo que es la única forma de ser feliz, y que así siempre te irá todo mucho mejor :)
    Un beso!

    ResponderEliminar
  2. Me gustan mucho tus comentarios, son una especie de conclusión de lo que escribo, muchas gracias Laura!

    ResponderEliminar